Lunar Letter / Espera lo Inesperado

Si nos ponemos a pensar, realmente no es tan difícil predecir el futuro.  Sabemos por ejemplo que vendrá un día cuando:

  • No prenda el carro
  • Se eche a perder la lavadora
  • Nuestro hijo saque una mala nota
  • Alguien nos trate mal sin justificación aparente

Car TroubleTengamos en cuenta además que así como estos acontecimientos, vendrán otros, y peores.  Y esto no significa que estemos pensando negativamente, sino más bien estamos siendo “realistas”.  Debemos entender que nada, ni nadie, perdura para siempre.  Un carro, así como también una lavadora, son máquinas hechas de muchas piezas y al pasar del tiempo se dañan con el uso. Mientras que es posible extender la vida útil de un aparato con un adecuado mantenimiento, y hasta de nuestra propia vida, vendrá el momento cuando ya definitivamente no funcione. ¿Y entonces, qué podemos hacer cuando esto ocurra?

También recordemos que por más brillantes que sean nuestros hijos (porque heredaron su inteligencia de nosotros, por supuesto) vendrá un momento cuando no estarán preparados para un examen o cualquier  otra prueba de vida. ¿Qué vamos a decirle a nuestro hijo cuando le toque caer?

Pensemos en lo siguiente por un momento.  En nuestro mundo, hay 7 mil millones de cabeza_mundo“mini-mundos” adicionales que existen en la mente de cada ser humano.  Estos mundos en miniatura tienen a su vez, lo que pareciera un sinfín de situaciones aconteciendo al mismo momento, que influyen sobre el estado de ánimo de cada individuo.  ¿Nos vamos a alterar por alguien que nos vea con mala cara?

¿Cómo podemos hacer frente a tantos males que inevitablemente cruzarán por nuestro camino?

Podemos asumir cada situación sabiendo tres cosas:

La Primera,  es saber que como todo tiene un comienzo, así también todo tiene un fin.  Por más que podamos querer que nuestras pertenencias, y hasta nuestros seres queridos, se queden para siempre con nosotros, la realidad es otra.  Todo lo que existe en este momento cambiará a otro estado en el futuro.

La Segunda, es saber que a veces la única manera de aprender una lección de vida  importante, es pasar por la experiencia.  Aunque quisiéramos que nuestros hijos jamás pasaran por dificultades o adversidades, éstas son necesarias para su crecimiento personal.  En vez de regañarles cuando caen, simplemente podemos ayudarles a levantar y asumir las consecuencias.

La Tercera es saber, que cada persona es un mundo y jamás debemos juzgar a nadie por lo que dice o hace.  No sabemos lo que está detrás de esa angustia que puede manifestarse en nuestra contra.  Nunca sabemos si tal vez a esta persona, no le prendió el carro, se le echó a perder la lavadora, su hijo sacó una mala nota y para completar su jefe le gritó (entre tantas otras cosas que le think about itpudieron haber pasado). Por tanto, no tomemos las cosas personalmente, todos tenemos nuestra propia historia de vida.

La vida es una aventura de continuos acontecimientos que pueden ser influidos y afectados pero no necesariamente evitados y eliminados.  Las cosas se echarán a perder, nuestros hijos caerán y hay personas que nos gritarán, pero cuando esperamos lo inesperado con una excelente actitud, podemos fluir y seguir con lo que venga en vez de resistir y desistir.

∞ Rob McBride ∞
LL III 25