Lunar Letter / Actitud² – Una Diferencia Exponencial

Confianza es uno de los atributos más importantes que tienen las personas que logran excelencia profesional y personal. La fórmula EPPA² nos conduce a la confianza y ésta a su vez al éxito en diversas áreas de nuestras vidas. EPPA² está formada por:

E xperiencia

P reparación

P erseverancia

A ctitud²

Colocamos la Actitud al cuadrado porque tiene más peso que los otros elementos en la fórmula.

Tanto en lo positivo como en lo negativo, nuestra actitud es un factor exponencial que influye en nuestra confianza. Cuando tenemos una excelente actitud podemos lograr nuestros objetivos, en muchos casos sin tener experiencia, preparación o perseverancia. Números superiores al uno representan una actitud positiva (10² son 100). Pero cuando tenemos una actitud terrible es muy difícil lograr nuestros objetivos a pesar de poseer los otros tres factores. Números menores a uno representan una actitud negativa (0,1² son 0,01). ¡La actitud² trabaja en ambas direcciones por lo bueno y lo malo!

Veamos el ejemplo de dos personas que quieren un mismo puesto de trabajo. Supongamos que los dos han estudiado en la misma universidad y tienen los mismos conocimientos. Cuando van a la entrevista, lo más seguro es que la persona que tiene la actitud superior será la que obtiene el puesto.

Como seres humanos queremos estar con personas que nos hacen sentir bien. Las personas que nos hacen sentir bien normalmente son las que tienen una buena actitud. A veces nos gusta estar con personas negativas sobre todo si nosotros mismos estamos en humor negativo. A la miseria le encanta tener compañía. Sin embargo, normalmente preferimos estar en compañía de las personas que tienen actitudes positivas.

¿Cómo podemos tener una actitud positiva? La respuesta es diferente para todos pero afortunadamente todos ya tenemos experiencia en el asunto. Todos hemos estado positivos y bien motivados con una actitud positiva en algún momento de nuestras vidas. Lo importante es destacar lo que funciona para cada uno de nosotros.

Recientemente hice una encuesta y surgieron las siguientes formas de mejorar nuestra actitud:

  • Acordarse de momentos cuando nos hemos sentido motivados en nuestras vidas
  • Darse uno mismo un premio (como un chocolate por ejemplo)
    Escuchar música
  • Hacer ejercicio
  • Bailar
  • Pintar
  • Leer

La clave será diferente para todos pero tal vez uno de los puntos más importantes que el ser humano ha descubierto es que nuestra actitud se manifiesta a través de nuestros pensamientos. Hace más de 100 años William James dijo:

“La gente puede alterar sus vidas al alterar su actitud mental.”

No hay nada que nos obligue a sentirnos bien o mal. Nuestra mente determina nuestra actitud y ésta es el resultado de nuestra percepción de nuestro ambiente. William Shakespeare dijo:

“No hay nada bueno o malo, solo que pensando lo hace así.”

Una Actitud² positiva es una diferencia exponencial que nos permite rebotar de situaciones difíciles, crear más confianza y lograr nuestros objetivos profesionales y personales.

∞ Rob McBride ∞
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Lunar Letter / Perseverancia – Sembrando Semilla de Confianza

La perseverancia nos permite lograr nuestros deseos y aumentar nuestra confianza. En otras ediciones del Lunar Letter hemos hablado y hecho referencia sobre la fórmula:

C = EPPA²

El éxito se logra por medio de la confianza y ésta se obtiene a través de la Experiencia, la Preparación, la Perseverancia y la una Actitud positiva. Hoy hablaremos sobre la perseverancia.

Muchos conocemos el cuento del Bambú Chino. La semilla del bambú se siembra, se riega y se cuida por un año y no aparece nada. No hay señal de vida. Se riega y se cuida otro año y todavía no se ve el resultado. De esta manera van pasando los años. En algún momento alrededor del quinto año se brota las primeras hojas del Bambú Chino y luego crece 30 metros en seis semanas.

Sabemos que el Bambú Chino se prepara para un crecimiento impresionante. Durante los cinco años que no se ve nada, un sistema de raíces se está formando para sostener el crecimiento extraordinario del bambú.

Nuestro éxito y confianza nos llega a través de las semillas que sembramos en nuestra mente. Regamos las semillas del éxito y confianza con nuestras acciones y hábitos de cada día. Cómo el Bambú Chino, si dejamos de regar nuestras semillas éstas se morirían antes de ver los resultados.

El secreto que muchos anhelamos es la manera de ser perseverantes cuando estamos a punto de “tirar la toalla” y darnos por vencidos. No hay respuesta fácil ni fórmula mágica. Lo que si podemos hacer es concentrarnos en los resultados de cada paso que tomamos y ser atrevidos en las acciones que emprendemos para lograr nuestro objetivo. En los momentos cuando más lo necesitamos podemos guiarnos por las palabras de los sabios:

Toda tarea noble al principio es imposible.
– Thomas Carlyle

No es que sea tan inteligente; es que me mantengo por más tiempo en los problemas.
– Albert Einstein

No cuenta el que critica. No es el hombre que señala como el hombre fuerte se tropezó o como el que está haciendo algo pudo haberlo hecho mejor. El mérito pertenece al que está en la cancha; cuya cara está manchada con polvo, sudor y sangre; quien se esfuerza con valentía y llega corto una y otra vez, porque no hay esfuerzo sin error y defecto; quien realmente hace lo que tiene que ser hecho, quien conoce grandes entusiasmos, las grandes devociones, y quien se esfuerza en algo digno; quien en el mejor de los casos, al final, conoce el triunfo de haber hecho algo importante; y quien en el peor, si fracasa, por lo menos fracasa ateviéndose en grande, para que su lugar jamás sea con aquellas almas frías y tímidas quienes conocen ni la victoria, ni la derrota.

– Theodore Roosevelt

Siguiendo estos pasos podemos asegurar dar nuestro mejor esfuerzo sin necesidad de volver la vista atrás pensando en algo que pudiera haber sido.

∞ Rob McBride ∞
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Lunar Letter / Preparación – Siempre Listo

Esperaba una llamada importante. Sonó el teléfono y era la llamada indicada. ¡Lo único malo es que no la esperaba en ese momento! Al contestar, la persona me preguntó que si podía atenderlo. A pesar de que estaba en medio de un proyecto y debía de salir dentro de poco tiempo, yo le dije, “Sí por supuesto, pero por favor espere un momento.”

Corrí hasta abajo por las escaleras donde tenía lápiz, papel y unos apuntes que había preparado. Cuando regresé, probablemente me demoré unos 38 segundos. Sin embargo, la persona en el teléfono ya estaba un poco molesta, porque cuando uno está esperando en el teléfono, parece una eternidad.

Después de disculparme por el atraso, vino la primera pregunta como un cohete, “Además de lo que ya me mandaste, ¿qué más me puedes decir del programa y específicamente cómo puede ayudar a nuestro grupo?” Escuchando la pregunta, trataba de recuperar mi respiración, y ver lo que había escrito. Comencé a hablar pero no podía respirar. Dije algo pero estoy seguro que no tenía sentido.

Como una ametralladora disparando a su enemigo sin compasión, vino la segunda pregunta, “¿Cuáles han sido las acciones específicas que has generado con otros grupos que han tomado el curso?” Se me puso la mente en blanco. A pesar del hecho que había dado el curso en muchas ocasiones y habíamos generado decenas de ideas, lo único que podía pensar era en la falta de respiración. Increíblemente, todavía no podía respirar.

Intenté recuperarme y sentí que palabras salían de mi boca, pero no sabía qué estaba diciendo. Estaba entre la espada y la pared.
Una última pregunta me pegó en el pecho, “¿Cómo me vas a asegurar que los participantes tomen acción después del evento, estando tú a miles de kilómetros de ellos?” Mientras daba mi respuesta, sentí que me estaba cayendo en un pozo. Vi que todo el trabajo que había hecho en el proyecto se estaba perdiendo.

Al terminar la conversación, me di cuenta de que tenía pocas probabilidades de lograr mi objetivo en esta llamada. Me dijo que tenía hablar con otra persona y que entre ellos iban a “pensar” en mi propuesta. Cuando colgué el teléfono, todas las respuestas me vinieron a la mente en un instante. Escribí un correo electrónico de seguimiento pero ya el daño estaba hecho.

Según lo que me había pedido, los llamé de vuelta la semana siguiente. En vez de contestar mi llamada, recibí un e-mail que decía de forma muy amable, “Hablé con la gente de recursos humanos en Nueva York. Ellos quieren analizar tu propuesta conjuntamente con otras alternativas, así que hablaremos en un par de semanas.” La respuesta me llegó como un balde de agua fría.

¿Qué sucedió y cómo pudiera evitar lo acontecido?

1) Estar, “Siempre Listo” ha funcionado por muchos años con los Boy Scouts y nos puede ayudar a nosotros también. Cuando dejamos un mensaje y se supone que la persona nos va a devolver la llamada, debemos estar listos para recibir la llamada en cualquier momento. Podemos tener una “presentación” concreta y concisa en la mente que nos permita contestar la llamada de la manera más profesional.

2) Aceptar la llamada solamente si estamos preparados y tenemos todo los recursos necesarios para responderla. Si no estamos listos para dar lo mejor de nosotros, debemos explicar el porqué no podemos hablar en ese momento y ofrecerle devolver la llamada en cuanto podamos dar un 100% de nuestra atención.

Obviamente, la primera opción es lo más deseable, porque no siempre es posible dar una óptima respuesta cuando estamos bajando y subiendo escaleras o manejando por la autopista hablando por un celular.

La clave es estar siempre listo. Nunca sabemos cuando vamos a recibir una llamada que puede ser la diferencia entre lograr nuestros objetivos y recibir la respuesta letal, “Quiero pensarlo…” Estar siempre listo toma tiempo y energía pero es sumamente importante en el mundo en que vivimos, donde nunca hay una segunda oportunidad de hacer una excelente primera impresión.

∞ Rob McBride ∞
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Lunar Letter / Experiencia – ¿Vas a arrugar?

¿Cuál es el valor de la experiencia?

La experiencia puede ser un arma de doble filo. Cuando no tenemos experiencia podemos pensar que debemos esperar a tomar acción hasta que tengamos experiencia y de esta manera intentar a lograr lo que más deseamos. Por otra parte, si ya tenemos mucha experiencia, podemos pensar que ya “sabemos todo” y que no hace falta aprender y arriesgar en mejorar nuestra forma de vivir o trabajar. Cualquiera de estas dos maneras de pensar es peligrosa.

Lo más importante en cualquier situación no es la experiencia que podamos o no tener, sino nuestra capacidad de tomar acción, sabiendo que a pesar de nuestro mejor esfuerzo vamos a fracasar de vez en cuando. Es interesante que entre más intentemos y fracasemos, mayor va a ser nuestro éxito. Muchos conocemos el cuento de Thomas Alva Edison y todos hemos disfrutado de sus invenciones. Realizó más de 2.000 intentos hasta por fin logró inventar el bombillo. Un reportero le preguntó como se sentía después de haber fracasado 2.000 veces. Edison le contestó que había aprendido 2.000 mil maneras diferentes de No hacer un bombillo que funcionara. La experiencia en si es importante pero mucho más importante es lo que aprendemos de todo lo que enfrentamos mientras obtenemos experiencia.

Pensemos por un momento en la primera vez que vemos o conocemos a una persona que nos atrae. Nuestro corazón palpita más fuerte y empezamos a sudar. Surge la pregunta, “¿Cómo puedo acercarme a esa persona para saber si quiere salir conmigo?” Decimos a nuestros amigos de nuestro nuevo amor y nos dicen, “Anda, ¿vas a arrugar?” En algunos casos, a pesar de las sugerencias y provocaciones de nuestros amigos, no hacemos nada. Pensamos que la persona nos va a rechazar y “arrugamos” frente a la situación. En otros casos hacemos avances a pesar de las posibles consecuencias y/o falta de experiencia. De esta manera, vamos obteniendo más confianza y experiencia a través de los intentos. Eso sí, para obtener la experiencia tenemos que arriesgarnos a fracasar. Vemos los resultados de todos los éxitos en este juego de amor. ¡Han provocado un incremento vertiginoso en la natalidad y la población del planeta tierra!

Desde que nacemos aprendemos que la palabra “no” es mala. Un estudio científico encontró que un niño escucha la palabra “no” aproximadamente 100.000 veces desde que nace hasta los 8 años. Asimilamos rápidamente que debemos evitar que nos digan “no” y lograr que nos digan “si”. Mientras que esto es sentido común, no funciona en la vida real. Para lograr nuestros objetivos en la vida, tenemos que estar dispuesto a fracasar. Dispuesto a que las personas nos digan que “no”.

Recordemos lo siguiente:

1) El fracaso es un evento; no una persona. Cada vez que intentamos hacer algo sin obtener el resultado que deseamos, debemos preguntarnos, “¿Qué puedo aprender con lo que acaba de pasar?”
2) Las personas que logran grandes hazañas en la vida no son las personas que nunca se equivocan sino los que se equivocan y aprenden de sus errores.

El efecto de la experiencia sobre nuestra confianza es significativo. Entre más experiencia tenemos, más preparados estaremos a enfrentar cualquier situación. Si enfrentamos los desafíos y buscamos soluciones a los retos de la vida, obtendremos la experiencia que nos señale el camino a alcanzar nuestros sueños en la vida.

∞ Rob McBride ∞
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Lunar Letter / EPPA² – El Camino al Éxito

La manera de llegar al éxito se ha estudiado desde hace miles de años.

¿Cómo lo logramos?
¿Cuál es el secreto?

Sin duda hay muchas maneras de alcanzar nuestros objetivos y la definición del éxito es diferente para todos. Lo que sí sabemos con certeza es que entre mas confianza tenemos, mas éxito logramos.

La persona que tiene mucha confianza logra mucho más que la persona que no tiene confianza. Preferimos estar en compañía de una persona que tiene confianza en si misma que con una persona que siempre está dudando de sus habilidades. Las personas con confianza nos atraen como si fueran un imán.

Se puede decir que la confianza viene de los siguientes factores. Experiencia, Preparación, Perseverancia y Actitud. Podemos describirlo de esta manera:

C = EPPA²

La confianza es el producto de Experiencia, Preparación, Perseverancia y una Actitud positiva al cuadrado.

La experiencia es el único elemento de los cuatro sobre la cual no podemos tener un impacto directo. La experiencia viene a través de los golpes y el tiempo. Pensemos por un momento en el primer día que fuimos a trabajar. Para la gran mayoría de nosotros fue una experiencia aterradora. Ahora lo hacemos hasta sin pensar, y ¡ahí esta el problema en muchos casos!

La preparación es vital en todo lo que hacemos y es algo que podemos controlar completamente. Veamos un ejemplo. Si vamos a la playa no cabe duda que vamos preparados por lo menos con traje de baño y toalla. Pero en nuestro trabajo, ¿cuántas veces entramos en una situación sin estar preparados? Pasa todo el tiempo. Hacemos una llamada o visitamos a un cliente sin saber exactamente cual va a hacer nuestro plan de acción. La preparación es vital y nos da más confianza para enfrentar cualquier situación.

Perseverancia es otro elemento que podemos controlar. ¿Como actuamos cuando conocemos una persona que nos atrae? Nuestra perseverancia es increíble. Inventamos cualquier cosa para estar cerca de esa persona. Profesionalmente tenemos que tener esa misma perseverancia. Cuando queremos algo, debemos perseverar hasta que hemos agotado todas las posibilidades.

La actitud es primordial en nuestra confianza. Es por esto que lo ponemos al cuadrado. Una mala actitud nos puede hundir mientras que una excelente actitud nos puede dirigir a lograr nuestros objetivos sin tener mucha experiencia, preparación o perseverancia. Un estudio de la Universidad de Harvard en los EE.UU. concluyó que el factor principal del ascenso en una empresa es tener una actitud positiva. De hecho 85% de las promociones vienen a raíz de la actitud de las personas y 15% por conocimientos técnicos, su aptitud.

Aristóteles dijo hace mas de dos mil años, “La excelencia no es un evento, es un hábito.” Utilicemos la fórmula para la confianza:

C = EPPA²

Es un hábito que nos puede colocar en camino al éxito.

@RobMcBride
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