Lunar Letter / Límpialo, Arréglalo o Bótalo

Mientras que el fenómeno de “demasiadas cosas” puede ser una bendición para algunas personas, es una maldición para otras. Muchos tenemos una gran tendencia de guardar todo. Es como si nuestra mente nos dijera, “Mejor guardarlo porque nunca se sabe si vamos a tener otro igualito.” Esta forma de pensar puede ser buena cuando se trata de nuestro mejor amigo, nuestra pareja o unas piedras preciosas pero no es el caso para todo.

Nuestro entorno es reflejo de quienes somos y si bien puede ser sabroso tener muchas “cosas”, no siempre es lo más deseable.

¿Cuántos papeles guardamos por si algún día tenemos el “tiempo” de leerlos?

¿Cuántos artefactos que no funcionan guardamos queriendo arreglarlos “algún día”?

El día y el tiempo puede ser ahora. Donde estamos en este instante puede estar limpio y agradable o puede estar sucio y desagradable. Lo más probable es que su estado esté entre estas dos extremidades.

Donde estés en este momento, bien sea tu espacio de trabajo, tu escritorio en la casa, tu cocina, tu cuarto o cualquier otra parte en el intermedio, toma un momento y observa tu alrededor.

¿Es exactamente cómo quisieras tenerlo?

Si puedes responder en el afirmativo, te felicito y no tienes que hacer absolutamente nada. Para los demás, que somos humanos, casi siempre hay algo que podemos mejorar.

Hay muchas razones del porqué nos pueda desagradar nuestro entorno. Puede ser por falta de algo, y en este caso, sugiero que dejes de leer mi escrito y que vayas a trabajar para comprar lo que pueda hacer falta. Otra alternativa es que te gusta cómo es pero con el tiempo se ha perdido el brillo que tuvo cuando estaba nuevo. Con el tiempo, también puede ser que se haya roto o es posible que sencillamente ya no sirve.

Para este nuevo año podemos vivir con la filosofía de: “Límpialo, arréglalo o bótalo”

Si está sucio, límpialo…

Por más fácil que suene, no es un día de polvo lo que echa a perder algo, sino una secuencia de muchos días de descuido que eventualmente lo daña. Con un poco de jabón y algo de trabajo pronto podemos limpiarlo para que brille de nuevo. Si bien es posible que no llegue a su estado original, se puede ver mucho mejor.

Si no funciona, arréglalo…

En muchos casos, bien equipados con un destornillador y un alicate, podemos arreglar una gran cantidad de cosas. A veces puede ser tan sencillo como cambiar un bombillo o reemplazar una batería. Lo cierto es que si no hacemos algo nosotros, no se va a arreglar solo. Si no podemos arreglarlo, lo más seguro es que otra persona pueda hacerlo. Si no tiene sentido arreglarlo, no sirve.

Si no sirve, bótalo…

Lo más probable es que todo aquello que no hemos utilizado en el último año, no nos es imprescindible y podemos vivir sin ello. Si no nos sirve porque está muy viejo, está fuera de moda o ya tenemos otro que es mejor, es preferible botarlo. Aunque algunas cosas pueden ir directamente a la basura, otras pueden ser regaladas a alguien que le pueda dar un mejor uso.

En nuestro deseo de mejorar nuestro entorno, muchas veces nos complicamos la vida. Las cosas no tienen porqué ser tan difíciles, al contrario, pueden ser muy sencillas. Para comenzar…

Límpialo, arréglalo o bótalo

∞ Rob McBride ∞
LL III 6