Lunar Letter / Volver a Vivir

Todo tiene un comienzo y todo tiene un fin… Aun sabiendo que la vida es así, nos tambalea cuando un ser querido se nos va.

¿Por qué lamentar un hecho al cual nadie puede escapar?

¿Por qué llorar por algo tan natural?

Estamos acostumbrados a escuchar:

“Todo va a estar bien”

“Mañana será otro día”

“Al final todo se arregla”

“Después de la tormenta sale el sol”

Sin embargo, estas palabras de aliento frecuentemente caen cortos al momento de hacernos sentir bien frente a la pérdida de alguien especial.

¿Hay algo que nos pueda alentar y despertar de lo que parece una pesadilla?

Las intenciones de las personas que nos quieren son nobles y las palabras que nos dan suelen ser sinceras. No obstante, llenar el vacío que sentimos al perder a alguien no es nada fácil.

Las religiones del mundo nos prometen que si vivimos de cierta manera, podemos llegar al cielo, tener un buen karma, despertar nuestra alma o inclusive llegar a la reencarnación…

¿Será así?

¿Será que algo nos espera por allí?

¡Por mi parte espero que sí!

Aun así, siento que la reencarnación es un hecho. Lo único que tenemos que hacer es cerrar nuestros ojos y en un instante podemos traer a cualquier persona que hemos conocido y perdido a nuestra mente. Su manera de hablar, su sonrisa e inclusive forma en que se movía. Nos podemos reencontrar en cualquier momento con las personas que ya no están físicamente con nosotros.

¿Será esto volver a vivir?

Perdemos tanto tiempo y hasta dejamos de vivir por el miedo a morir. Una parte importante del vivir debería incluir el compartir y contribuir al bienestar de los demás. Entre más podemos influir positivamente a los demás, mayor será nuestro impacto en el mundo.

¿Qué hacemos cuando necesitamos el apoyo de un ser querido que ya no está cuando tenemos que tomar una decisión importante?

Con toda seguridad ya tenemos la respuesta. Sabemos cuáles eran sus opiniones y valores. Han sido inculcados en nosotros en muchos casos desde una temprana edad. Podemos lamentar el pasar de un ser querido o simplemente saber que allí están con sus consejos cuando los necesitemos.

Aunque no estarán físicamente para darnos dinero o su apoyo cuando más los requerimos, cada conversación que hemos tenido con ellos y cada sensación que nos han dado siguen siendo parte de nuestro ser. Su sonrisa, su calidez y sus opiniones viven para siempre dentro de nosotros.

La vida se trata de dar para luego recibir. Cuando invertimos nuestro tiempo en dar y en ser útiles a los demás, volveremos a vivir en los demás cuando llegue nuestro momento de pasar. En vez de vivir a medias esperando que algo bueno nos pase… ¿Qué tal si vivimos al máximo, dando lo mejor de nosotros en cada instante a los demás?

Al vivir así, podemos estar seguros de volver a vivir mucho más en los demás aun cuando no estemos. La vida sigue en su ciclo sin fin con o sin nosotros. Aunque no es fácil estar sin aquellos que han significado tanto para nosotros, es posible que vuelvan a vivir en nuestra alma y nuestro corazón a donde vayamos y en donde nos encontremos.

∞ Rob McBride ∞
LL III 15